Especialistas en Cirugía de obesidad
Se ha demostrado que la cirugía bariátrica es el tratamiento más eficaz a corto y largo plazo, siendo los beneficios superiores a los riesgos debido al aumento de la restricción frente a la malabsorción. Ello es debido a la importante colaboración multidisciplinar y al control estricto al que se somete a cada paciente para hacerlo apto para la cirugía.
En ambos tratamientos contra la obesidad, la preparación preoperatoria es similar, precisando de un estudio que incluye una EDA (Endoscopia Digestiva Alta) para determinar el reflujo y/o sus consecuencias y para valorar la anatomía del estómago, con las biopsias correspondientes para valorar la presencia de Helicobacter pylori o de Metaplasia intestinal. Además, se realiza un estudio preoperatorio por parte del anestesista y una dieta restrictiva con nutrición enteral de 7 a 10 días previos a la cirugía, con el objetivo de disminuir el volumen del hígado para facilitar la visión completa del estómago.
Por su parte, el posoperatorio del tratamiento quirúrgico para la obesidad incluye entre 2 y 3 días de ingreso hospitalario y una primera revisión por parte del cirujano a los quince días de la operación, con objeto de retirar la sutura. Posteriormente, se realizarán de manera periódica diversas revisiones con el cirujano, el nutricionista y el psicólogo, en función de las necesidades del paciente.
Al mes de la cirugía, el paciente podrá realizar una vida normal comenzando a incluir en sus hábitos deporte ligero sin hacer esfuerzos hasta pasados los dos meses. El peso quedará definitivamente estabilizado a los dos años de la operación. Es importante tener presente que la dieta debe de ser muy específica y siempre monitorizada por el servicio de nutrición para que exista un correcto aporte de nutrientes en la nueva situación corporal.
Tipos de cirugía bariátrica
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Preguntas frecuentes sobre tratamientos de obesidad
A pacientes obesos con IMC (Índice de Masa Corporal) mayor de 35, con patologías añadidas, o mayor de 40 y con una edad entre 18 y 65 años.
La respuesta siempre la tendrá que aportar un médico especialista en la materia y, en cualquier caso, será personalizada para cada paciente dependiendo de diversos factores. No obstante, destacar que la principal diferencia entre ambas es que la intervención de bypass gástrico es reversible y la operación de manga gástrica no lo es. También se diferencian en cuanto al número de kilos que se pierde con cada uno de los tratamientos y en la duración de la intervención.
Además de contar con especialistas de primer nivel y con experiencia demostrada durante décadas, en la Unidad de Obesidad del Hospital Ochoa realizamos un abordaje multidisciplinar de la obesidad para evitar ganar peso tras la intervención. El tratamiento siempre es individualizado para cada paciente y realizamos no solo el diagnóstico y el tratamiento, sino el apoyo y el seguimiento de cada uno de nuestros pacientes.
El riesgo siempre depende de cada paciente. Se ha estimado que el riesgo de mortalidad es menor al 0,5-1%, similar a otras intervenciones quirúrgicas que se realizan con mucha frecuencia.
Generalmente, al igual que sucede tras una intervención de cirugía mayor, la baja laboral suele ser de un mes. Sin embargo, dependerá mucho del trabajo que realice. La actividad física que se recomienda durante el primer mes es caminar una o dos horas al día. Tras el primer mes, puede ir incorporando más ejercicios y, a partir del segundo mes, se puede comenzar a realizar deporte más exigente.
La pérdida de peso comenzará antes de la cirugía con la dieta preoperatoria y, posteriormente, seguirá de forma exponencial tras la cirugía hasta el año de la misma para hacerse menos acentuada durante otros 6 meses más y, finalmente, estabilizarse a los dos años de la intervención. Más adelante las técnicas que aprenderá el paciente le ayudarán a un mantenimiento del peso para toda la vida.
En realidad, no difiere de otra cirugía mayor. Solo destaca la dieta preoperatoria 7-10 días previos para disminuir el volumen hepático.
Efectivamente tras una pérdida brusca de peso acontece un exceso de piel que, en ocasiones, puede ser lesivo por la creación de erosiones por fricción. No se recomienda la cirugía de remodelación (cirugía plástica de los colgajos) hasta que no se haya estabilizado la pérdida de peso, es decir, hasta los dos años.
Se recomienda esperar dos años tras la cirugía para proceder a la gestación, ya que es en ese tiempo cuando la paciente tiene un peso estabilizado y un aporte nutricional correcto.
No siempre, pero puede ocurrir en algunos casos, sobretodo, en mujeres. Para ello es fundamental la suplementación con zinc y biotina.