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Enfermedad inflamatoria intestinal, semejanzas y diferencias

Cuando hablamos de enfermedad inflamatoria intestinal, lo hacemos de un conjunto de enfermedades crónicas, donde puede estar afectado el tubo digestivo (desde la boca hasta el ano, en la Enfermedad de Crohn o todo el colon en la Colitis Ulcerosa) y que se presenta mediante brotes.

Entre las más representativas se encuentra la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

La enfermedad inflamatoria intestinal afecta por igual a hombres y mujeres, y aunque puede presentarse a cualquier edad lo habitual es que se presente entre los 15 y los 35 años. El incremento en los últimos años en menores de 18 años ha sido significativo. De hecho según los últimos datos presentados por la Organización Europea de Crohn y Colitis y la Federación Europea de Crohn y Colitis Ulcerosa, en España la incidencia de esta enfermedad ha aumentado un 200% en esta franja de edad.

Para hablarnos de estas patologías contamos con el especialista digestivo de Hospital Ochoa Saturnino Sánchez Galdón. Éste nos explica que es una enfermedad autoinmune, de origen desconocido y con muchas teorías sobre su causa.

Diferenciemos las enfermedades en las que hoy nos centramos. Por un lado, la enfermedad de Crohn, que puede presentarse en cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, aunque generalmente las zonas más afectadas son el final del intestino delgado y el principio del grueso; la colitis ulcerosa afecta solo al recto-colon normalmente de forma continua desde el recto hacia el ciego (parte del colon junto al intestino delgado).

Al igual que la colitis ulcerosa se presenta en forma de brotes, con fases de remisión, donde no hay síntomas. Entre los síntomas más frecuentes, en la Enfermedad de Crohn, se encuentran la diarrea y el dolor abdominal y en casos más graves, cuando la enfermedad no está controlada, perforación intestinal y abscesos en el abdomen. Esta fase requeriría cirugía.

Por otro lado, nos encontramos con la colitis ulcerosa, que afecta a las paredes del intestino grueso (colon y el recto), produciendo pequeñas úlceras. Como hemos indicado anteriormente, igual que la enfermedad de Crohn, los síntomas aparecen en brotes que se alternan con fases de inactividad.

Y también como en el Crohn los síntomas van desde las diarreas, al dolor abdominal o la sensación continua de hacer una deposición y asociado a sangre y moco mezclado con las heces.

Como suele ser habitual en este tipo de dolencias, un diagnóstico precoz y atinado es fundamental para un tratamiento y control de la enfermedad. Para ello, una de las herramientas fundamentales es la endoscopia.

El doctor Sánchez Galdón, que acaba de volver del Congreso Nacional de Endoscopia Digestiva, que se ha celebrado a mediados de noviembre en Toledo, indica cómo los últimos avances en esta técnica han mejorado los diagnósticos, ya que estas dos enfermedades predisponen a tumores de colon y de intestino delgado en el caso de la Enfermedad de Crohn. También se han incorporados nuevos materiales y las técnicas endoscópicas permiten no solo analizar el interior del tubo digestivo, sino que también quitar grandes pólipos o tumores submucosos y el manejo de problemas de las vías biliares y pancreáticas, con lo que se evitan intervenciones quirúrgicas que hasta hace unos años eran la única solución.

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