Podología

Si hay una parte del organismo a la que prestamos menos atención de la que requeriría esa son los pies. Quizás porque casi siempre están tapados, o a lo mejor se debe a que no se luce tanto como una sonrisa reluciente, el caso es que son fundamentales para nuestra salud, ya que son el único apoyo de nuestro cuerpo y eso es importante si tenemos en cuenta que andamos unos 10.000 pasos al día.

La podología es la rama de la medicina dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento de las afecciones del pie. Los podólogos son los especialistas cualificados para diagnosticar y tratar las patologías del miembro inferior gracias a sus conocimientos en anatomía, fisiología, biomecánica, farmacología, medicina general y cirugía, entre otros.

El cuidado de los pies es algo indispensable para evitar la aparición de cualquier problema en ellos o en otras zonas del cuerpo.

  • Tratamiento de papiloma plantar.
  • Estudio de la pisada.
  • Plantillas a medida.
  • Infiltraciones.
  • Ortonixia (Reeducación de uñas encarnadas).
  • Reconstrucción estética de uñas.
  • Cirugía de uña encarnada.

Por todo ello, ante cualquier dolor o alerta de nuestros pies, es importante acudir al especialista para prevenir patologías más graves.

Sintomas

Algunos de los síntomas que pueden alertarnos de que es necesaria una visita al podólogo, pueden ser:

  • El mal olor, el sudor o el picor de pies.
  • Uñas clavadas por mal corte.
  • Sensación de pinchazo en la planta al caminar, que puede deberse a la aparición de un heloma (callo) o papiloma (verruga plantar).
  • Dolor en la planta del pie con los primeros pasos del día, debido a fascitis plantar.
  • Niños en edad de crecimiento con dolor en los talones (Enfermedad de Sever), o dolor en las rodillas (OsgoodSchlatter).
  • Uñas despegadas o con mal aspecto, debido a traumatismos o infección por hongos.
  • Deformidades de los pies, pies planos o pies cavos dolorosos.
  • Dolor de tobillos, rodillas, cintura o espalda.

Patologías y pruebas

También la aparición de patologías como un síndrome de pre dislocación doloroso (dedo en martillo), un neuroma de Morton (compresión nerviosa), o un síndrome del seno del tarso (dolor en la parte externa del tobillo), pueden alertarnos de que sería necesaria una visita con nuestro especialista.
Por todo ello, la visita al podólogo se hace imprescindible, para asegurar un buen diagnóstico y tratamiento adecuado.

Para ello, además de sus conocimientos, el podólogo cuenta con pruebas complementarias, que asegurarán un diagnóstico acertado, tales como:

– Radiografía de pie y tobillo.
– Ecografía.
– Resonancia magnética.
– Fluoroscopía.
– Cultivo ungueal.

Tratamiento quirúrgicos

El tratamiento podológico suele ser conservador en primera instancia, llegando en algunos casos al tratamiento quirúrgico. Algunas de las patologías que pueden precisar tratamiento quirúrgico son: los dedos en garra o martillo, los juanetes, la fascitis plantar y los espolones calcáneos entre otros. En Hospital Ochoa contamos con un amplio servicio de podología para abordar diferentes patologías del pie, tales como:

  • Quiropodia: Corte y limado de uñas, junto con la eliminación de callosidades.
  • Tratamiento conservador de uña encarnada.
  • Micosis ungueal (Hongos en uñas).
  • Dermatomicosis (Hongos en la piel del pie).

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