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¿Cómo afectan los alimentos a la salud de mis dientes?

dientes sanos

La elección de los alimentos que ingerimos cada día es quizá uno de los factores determinantes para encontrarnos sanos en general. Una dieta equilibrada es fundamental para mantener nuestro organismo en buen estado, y eso incluye los instrumentos que usamos para comer: la boca, los dientes y las encías.

De hecho, una rutina alimentaria con déficit de nutrientes provocará que la boca se vea indefensa contra algunas infecciones y acabe derivando en patologías periodontales. De ahí, la importancia de conocer los alimentos que nos ayudan a proteger la salud bucodental.

¿Cómo influye nuestra manera de comer en la salud bucodental?

En efecto influye de una manera decisiva. Existen alimentos que nos ayudan a proteger la salud bucodental. Por ejemplo:

  • Cereales: Se recomienda que sean integrales por su alto contenido en fibra.
  • Frutas y verduras: Su combinación debe suponer la mitad de cada ración de comida. La fibra de las acelgas y otras verduras de hojas verdes son perfectas ya que provocan la salivación que protege nuestras piezas dentales.
  • Lácteos: Tomar con más frecuencia este tipo de productos ayuda a proteger nuestros dientes. Mejor si son desnatados. Su alto contenido en calcio fortalece los dientes y huesos en general, pero es que además la fosfoproteína llamada caseína se encarga de reparar el esmalte dental.
  • Proteínas: Las mejores provienen de carnes magras, aves sin piel, pescados y mariscos. También se aconseja incluir huevos y legumbres para completar el aporte necesario.
  • Té verde: Su alto poder antioxidante, sus polifenoles y su contenido en flúor hacen de esta infusión la mejor para proteger nuestros dientes contra la placa. La pega es que puede manchar el esmalte dental por lo que habría que seguir una correcta higiene y acudir al dentista para limpiezas periódicas.
  • Vitamina D: Un reciente estudio asegura que ayuda a paliar las deficiencias en la pérdida ósea y disminuye la inflamación, uno de los síntomas más frecuentes en las patologías periodontales.

En cambio, otros alimentos son los principales responsables de la aparición de la caries:

  • Azúcar: Se trata del enemigo número uno de nuestros dientes al ser el alimento más cariogénico. Si a esto le añadimos que en ocasiones está presente en alimentos con textura pegajosa que se ingieren de forma aislada, nos encontramos ante la sustancia a evitar.
  • Snacks con almidón: Suelen contener sacarosa por lo que también pueden provocar caries. Algunos, además, producen fracturas dentales al ser duros. Un ejemplo son los kikos de maíz.
  • Los zumos industriales y bebidas energéticas: Su contenido elevado en azúcares se suma a los diversos ácidos agresivos que contienen (cítrico, fosfórico y carbónico) y que paulatinamente deterioran el esmalte. Se recomienda reducir su consumo y beber más agua o leche.
  • Cítricos: Se asocia a la hipersensibilidad dental por culpa de su ácido que puede desmineralizar los tejidos duros. Si queremos disfrutar de un zumo de naranja o pomelo es mejor usar una pajita para evitar el contacto con los dientes.
  • Vinagre: El ácido acético tampoco hace buenas migas con el esmalte dental. Si crees que tomando vinagres más dulces reduces sus efectos nocivos estás equivocado ya que lo único que conseguirás es añadir azúcares a tu dieta. El Ketchup es otro ejemplo de producto rico en vinagre y azúcares que es conveniente racionar.
  • Alcohol: Deshidrata la boca y por consiguiente disminuye la saliva. En concreto, el vino tinto es de los alimentos que más tiñe los dientes; su variedad blanca tampoco es mejor opción ya que es más ácido.

Otros enemigos de nuestros dientes

Además de cuidar la elección de los alimentos, la rutina de comidas también repercute en la salud bucodental. En ese sentido, la costumbre de picar entre horas no es nada beneficiosa ya que, si no nos cepillamos los dientes, se acidifica la saliva y al bajar el PH se produce la caries.

El tabaco es otro de los peores enemigos para la salud bucodental. Mancha el esmalte y es capaz de producir enfermedades en las encías, provoca mal aliento y causa cáncer oral.

Buenas prácticas para mantener mis dientes sanos

Para nadie es un secreto que la mejor manera de cuidar nuestra boca es cepillarse los dientes tres veces al día después de cada comida. Se trata de limpiar las piezas dentales a conciencia, prestando atención a las zonas interdentales, pero sin usar demasiada fuerza. Con eso mantendremos alejadas patologías como la gingivitis o la periodontitis.

El hilo dental ayuda a eliminar la placa y demás residuos adheridos a las piezas dentales en lugares inaccesibles para el cepillo. Se aconseja su uso a diario ya que previene el mal aliento.

Si el azúcar es el principal adversario de nuestros dientes, los edulcorantes son un buen sustitutivo para evitar las caries. En concreto, los chicles con xilitol favorecen que nuestra boca permanezca limpia cuando no tengamos el cepillo a mano. Además, fomenta la secreción de saliva con su alto poder antibacteriano.

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