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Las seis lesiones más frecuentes al practicar pádel

El pádel conlleva a menudo ciertas patologías

Las seis lesiones más frecuentes al practicar pádel. El pádel conlleva a menudo ciertas patologías asociadas ya que es un deporte que necesita de movimientos rápidos y contundentes en espacios reducidos. Te contamos las lesiones más frecuentes de un deporte que ha crecido exponencialmente en los últimos años.

Seis lesiones frecuentes al practicar pádel

Esguince de tobillo

El esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes a nivel mundial. Se produce cuando esta articulación ha sido sometida a un giro drástico o se dobla de forma repentina provocando un desgarramiento de los ligamentos que sujetan la estructura ósea en su lugar. El pádel es un deporte por parejas que se juega en una pista de reducidas dimensiones y que, por tanto, requiere de movimientos rápidos e intensos que pueden desencadenar este tipo de lesiones ante cualquier desequilibrio del cuerpo durante la frenada o el arranque en velocidad.

Rotura del gastrocnemio

Esos arranques en velocidad tan repentinos y las frenadas en seco para salvar una bola importante durante el juego también suelen provocar microrroturas del gastrocnemio, músculo situado a la altura del gemelo. Esta lesión suele ser incapacitante por su ubicación en la pierna, aunque las más leves suelen curarse en torno a las dos semanas de reposo. Es importante destacar que casi la mitad de todas las roturas de fibras musculares causadas por las disciplinas deportivas se producen en esta zona corporal.

Fascitis plantar

La fascitis plantar no es sólo propia de los corredores de grandes distancias, sino que a menudo también aparece en otras disciplinas como el pádel. Esta afección motora provoca la inflamación del tejido que surca la planta del pie y que conecta el talón con los dedos. Aparece por sobrecargar esa zona y se caracteriza por su dolor punzante durante el reposo tras hacer ejercicio. En muchas ocasiones se puede corregir con férulas, medicación, o llevando a cabo ciertas pautas, pero en los casos más graves se hace inevitable el paso por quirófano.

Luxación de hombro

Esta es una lesión dolorosa que suele impedir el movimiento de la articulación del hombro. El pádel demanda muchos golpes repetitivos con la pala que se ejecutan con gran fuerza y destreza siendo el hombro un eje clave a la hora de golpear, por lo que esas posiciones forzadas de la articulación pueden conllevar una luxación o incluso daños a nivel del manguito rotador, un grupo de músculos y tendones que sujeta la parte superior del hueso superior del brazo en la cavidad del hombro.

Estas últimas lesiones del manguito rotador suelen curarse aplicando frío y descanso, aunque en ciertos casos será necesario inyectar antiinflamatorios a nivel local.

Lumbalgia

El pádel también se asocia a dolores de la espalda baja o lumbalgia, ya que otro de los movimientos que más se repiten durante su práctica es el agacharse para conseguir repeler las bolas que llegan más bajas. No sólo el pádel es el desencadenante de esta dolencia, ya que el 90% de la población la sufrirá en algún momento durante su vida. La columna se ve sometida durante la práctica del pádel a multitud de estiramientos, rotaciones, flexiones y giros que pueden desencadenar alguna patología. La buena noticia radica en que la amplia mayoría de dolencias de esta zona suelen remitir en pocas semanas.

Codo de tenista

La denominada como epicondilitis o codo de tenista es una dolencia que nace por la repetición de movimientos de extensión de la muñeca y supinación del antebrazo. El resultado son microrroturas en los tendones de la región del epicóndilo y su tratamiento también se suele llevar a cabo con aplicación de frío, descanso y antiinflamatorios. Esta dolencia suele aparecer como consecuencia de una mala técnica de golpeo, un incremento del número de partidos semanales, el uso de palas excesivamente pesadas o el cambio a modelos a los que no estamos acostumbrados.

Beneficios de salud de practicar pádel

A pesar de la multitud de lesiones que se asocian a la práctica del pádel, hay que resaltar que su práctica, como la de cualquier otra disciplina deportiva, es altamente beneficiosa para el organismo, tanto a nivel físico como mental.

El pádel es muy útil para mejorar la agilidad mental y la coordinación motora, es un excelente deporte para quemar grasas y contribuye a la salud cardiovascular.

En su faceta anaeróbica el pádel consigue un aumento del metabolismo basal, pero también del umbral del dolor o la densidad del sistema óseo.

Otra ventaja es que el pádel te ayudará a descansar mejor después de su práctica y también es una excelente terapia contra el envejecimiento ya que consigue una mayor oxigenación de los tejidos.

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