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Trastornos de la articulación temporomandibular: ¿Por qué duele la mandíbula?

Dolor mandibular

Los trastornos de la articulación temporomandibular y los músculos (conocidos como ATM) son problemas que afectan las articulaciones y músculos de la masticación que conectan la mandíbula con el cráneo.

No es raro encontrar en los servicios de urgencias médicas algún paciente asustado por no poder cerrar la boca o que al abrirla sientan molestias, sin que hayan sufrido un golpe en la cara o padezca alguna otra enfermedad. Ante esto, en muchos casos, estamos ante un caso de ATM.

Aun así, los ATM, así como el modo que los pacientes afectados responden a ellos, varían mucho, así lo explica el especialista en Estomatología, el doctor Pedro Serrano Sánchez.

Podemos dividirlos en tres categorías principales:

  • Dolor miofascial, que implica molestias o dolor en los músculos que controlan la función de la mandíbula.
  • Asimetría interna de una de las articulaciones, bien  por un disco desplazado, mandíbula dislocada o lesiones del cóndilo.
  • La artritis o trastornos degenerativos e inflamatorios de las articulaciones que pueden afectar a la zona temporomandibular.

Aunque es menos frecuente, en algunos casos un trauma a la mandíbula o a la articulación temporomandibular desempeña un papel en el desarrollo de este trastorno, pero en la mayoría de los casos de problemas de las articulaciones y los músculos mandibulares, aún no se ha determinado la causa exacta.

Síntomas:

  • Dolor que se irradia por la cara, la mandíbula o el cuello.
  • Rigidez en los músculos de la mandíbula, movimiento limitado o bloqueo de la articulación.
  • Ruidos como de chasquidos que causan dolor en la articulación al abrir o cerrar la boca

Cuidados:

  • Comer alimentos blandos
  • Aplicar hielo o paños fríos
  • Evitar movimientos extremos (grandes bostezos grandes, mascar chicle…)
  • Practicar estiramientos suaves y ejercicios de relajación para aliviar el estrés.
  • Analgésicos, que proporcionan alivio temporal de las molestias.
  • Férulas de descarga o estabilización

Algunas cuestiones a tener en cuenta sobre ATM:

¿Qué es el bruxismo dental?

El bruxismo es definido por la Academia Americana de Medicina del Sueño como “actividad muscular repetitiva de mandíbula que se caracteriza por apretamiento o rechinamiento de dientes”.

A pesar de la dificultad de distinguir entre los distintos tipos, el bruxismo se clasifica según su aparición, su origen, su duración y la frecuencia de las contracciones musculares de la cara.

Para orientar el tratamiento se suele clasificar en diurno, nocturno o combinado. El diurno se refiere a que aprieta los dientes durante el día, se produce en un 31% de la población adulta mayoritariamente en mujeres y se manifiesta como apretamiento dental (no como rechinamiento). El nocturno se trata de rechinar mientras dormimos, de la misma manera en hombres y mujeres. Llama la atención en las estadísticas que sólo un 13% de los adultos que lo padecen son capaces de comunicarlo al especialista porque la mayoría de las veces no presentan síntomas. En la forma combinada el paciente aprieta y rechina los dientes día y noche.

¿Cómo es la articulación de la mandíbula o ATM?

La articulación de la mandíbula es similar a cualquier otra articulación del cuerpo humano. Posee elementos comunes como un cartílago articular, ligamentos y menisco que en caso de esta articulación se denomina disco articular por su pequeño tamaño.

El dolor de la mandíbula se caracteriza por ser muy difuso e intenso, haciendo complicado realizar correcto diagnóstico. Hay que diferenciar si se trata de un dolor articular, muscular puro o combinado. En ocasiones se confunden con dolores de las muelas del juicio o dolor de oído.

Generalmente para tratar la articulación se ha comenzar por un tratamiento conservador en el que se eviten las causas que pueden estar generando el dolor, a veces se emplean antinflamatorios, relajantes musculares y dispositivos orales como férulas de descarga que ayudan a relajar toda la musculatura facial y a no sobrecargar la articulación.

¿Dolores articulares y estrés?

Ante un dolor articular sin una causa evidente como un golpe u otra enfermedad sistémica (como artritis reumatoide), hay que evaluar el nivel del estrés y ansiedad.

Padecer ansiedad y estrés es muy común en las sociedades modernas, muchas veces de base emocional o por alteraciones de alguna enfermedad del metabolismo como las enfermedades de tiroides.

Niveles elevados de ansiedad o estrés producen que la persona no se relaje completamente ni disfrute de momentos de descanso como lo haría de forma natural. Además están relacionados con la aparición de signos o síntomas que en principio no parecen tener nada en común. La tensión emocional en ocasiones produce signos físicos como caída de cabello, vómitos, migrañas, cefaleas y dolores en la articulación de la mandíbula.

¿Es frecuente el dolor de la mandíbula?

El dolor de la mandíbula es común en la población; al igual que cualquier dolor muscular en la espalda como una lumbalgia o algún dolor articular en rodilla tras un esfuerzo físico importante, también puede aparecer este tipo de dolor en la cara.

Casi toda la población en algún momento puede padecer un dolor orofacial por sobrecarga muscular o articular. De hecho, no es raro encontrar en un servicio de urgencias médicas algún paciente asustado por no poder cerrar la boca o que al abrirla sientan molestias, sin que hayan sufrido un golpe en la cara o padezcan alguna otra enfermedad.

Los dolores de la articulación de la mandíbula pueden tener una base emocional por estrés y  pueden afectar a cualquier persona de la población general pero estadísticamente se ha encontrado una mayor frecuencia en mujeres fundamentalmente en edad adolescente o  de menopausia.

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