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La inseminación artificial

La inseminación artificial (IA) es una técnica de reproducción Asistida que consiste en introducir el semen previamente “capacitado” en el laboratorio, en el interior del útero, coincidiendo con el momento de la ovulación de la mujer.

La inseminación puede realizarse con el semen de la pareja (IAC) o con semen de donante procedente de un Banco de semen (IAD).

Para poder utilizar el semen de la pareja (IAC) éste debe tener un test de REM (recuperación de Espermatozoides Móviles) positivo.

El test de REM consiste en eliminar del eyaculado el plasma seminal, los espermatozoides inmóviles o con poca movilidad y recuperar únicamente los vivos con buena movilidad.

El recuento de estos espermatozoides para poder realizar una (IAC) ha de ser superior a tres millones por mililitro. Sí la cifra es inferior no será posible la inseminación y el tratamiento indicado será la Fecundación in Vitro (FIV) con microinyección espermática(ICSI).

Los requisitos por parte de la mujer para poder realizar una inseminación, ya sea IAC o IAD son:

  • Edad inferior a 38 años
  • Permeabilidad de las trompas uterinas comprobada mediante histerosalpingografía.

La inseminación con semen de donante (IAD) esta indicada en los siguientes casos:

  • mujer sin pareja masculina
  • infertilidad masculina
  • Varón portador de enfermedades hereditarias.
  • Parejas del mismo sexo.

La inseminación artificial tiene unas tasas de embarazos de alrededor de un 25% en tres ciclos consecutivos.

Si después de tres inseminaciones no se ha conseguido el embarazo es aconsejable pasar a FIV.

El tratamiento para poder realizar una inseminación consiste en la estimulación ovárica mediante fármacos inductores de la ovulación.

El tratamiento se inicia normalmente en el tercer día del ciclo menstrual, y consiste en la administración de Gonadotrofinas a bajas dosis por vía subcutánea que se aplica la propia paciente durante aproximadamente unos diez días.

La finalidad del tratamiento es la maduración de 3 o cuatro óvulos y debe estar controlado por el médico especialista mediante control ecográfico para evitar una estimulación ovárica excesiva, con el consiguiente riesgo de embarazo múltiple, y para determinar el momento optimo para desencadenar la ovulación mediante la administración de otra hormona denominada HCG.

Una vez administrada la HCG la inseminación debe realizarse entre 36 y 38 horas después.

El semen previamente preparado en el laboratorio (Capacitación) se introduce mediante una fina cánula a través del cuello de la matriz hasta hacerlo llegar al interior del útero.

Es un procedimiento totalmente indoloro, y que se realiza de forma ambulatoria.

Una vez realizada la inseminación la paciente puede incorporarse a su vida normal, siguiendo un tratamiento con Progesterona mediante óvulos por vía vaginal para suplementar la fase lútea, hasta catorce días después, momento en el que ya se puede realizar la prueba de embarazo.

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