Tratamientos quirúrgicos para curar la rizartrosis de pulgar
La rizartrosis del dedo pulgar es una patología irreversible y dolorosa que cada vez es más frecuente hoy en día debido al uso continuado de dispositivos electrónicos, videoconsolas y otros aparatos.
Sus síntomas más visibles tienen que ver con la pérdida de fuerza en la mano y dolor en la base del pulgar que impiden realizar tareas sencillas como destapar un tarro o abrir una lata. Afortunadamente, esta patología tiene cura y Hospital Ochoa dispone de los tratamientos más efectivos para corregirla.
¿A qué se denomina rizartrosis y por qué motivo aparece?
Se denomina rizartrosis a la artrosis o al desgaste articular que se produce en la base del dedo pulgar de la mano. Específicamente aparece entre el metacarpiano y el trapecio.
¿Cuáles son sus síntomas más habituales?
Los síntomas más habituales de la rizartrosis son molestias al palpar la base del pulgar, dolor y limitación para hacer la pinza con el dedo índice. En ocasiones suelen darse también pérdidas de fuerza al hacer la pinza lo que ocasiona la caída de objetos.
¿Cuándo es necesario operar una rizartrosis?
Es necesario operar cuando el dolor se acompaña de alteraciones en la radiografía y fracasa el tratamiento conservador.
¿Cuál es la mejor manera de atajar mediante cirugía este problema?
Dependiendo del grado desarrollado de rizartrosis habrá que optar por la técnica más adecuada. Existen procedimientos donde se puede implantar una prótesis y con eso basta, y en otros casos más avanzados no queda más remedio que extirpar el trapecio y trabajar en las partes blandas sin prótesis. Ambos procedimientos están disponibles en Hospital Ochoa en Marbella y ofrecen unos buenos resultados.
¿Existe alguna manera de prevenir su aparición?
La artrosis primaria es una enfermedad degenerativa y no hay forma de prevenir su aparición. No obstante, en algunas personas evoluciona más rápido que en otras sin conocerse el porqué.
¿A qué tipo de persona suele afectar con mayor frecuencia?
Suele afectar con más frecuencia a mujeres mayores de 50 años que trabajan muchas horas realizando movimientos repetitivos de pinza con las manos. En concreto, los estrógenos ofrecen protección para el cartílago por lo que a partir de la menopausia y la disminución en la producción de hormonas, es más probable que aparezca la rizartrosis.
Traumatología
