Unidad de Osteoporosis
La osteoporosis se define como un trastorno esquelético generalizado, caracterizado por una disminución de la masa ósea y un deterioro de la microarquitectura del tejido óseo, con el consiguiente aumento de la fragilidad del hueso y del riesgo de fractura. A pesar de ser la enfermedad metabólica ósea más frecuente, su incidencia real es difícil de establecer debido a que se trata de una enfermedad asintomática hasta la aparición de complicaciones lo que, unido a múltiples factores etiológicos, hace complejo el reconocimiento de los enfermos.
La identificación temprana de individuos con densidad mineral ósea (DMO) baja y factores de riesgo clínicos ayuda a un diagnóstico precoz de osteoporosis y permite el inicio de un tratamiento adecuado. Este abordaje es fundamental para reducir la incidencia de fracturas vertebrales y no vertebrales que constituyen una importante causa de discapacidad. La osteoporosis es una enfermedad frecuente en la población. El 75% de las mujeres de más de 50 años tienen una baja densidad mineral ósea y se calcula que el 50% de las personas con osteoporosis desarrollará alguna fractura a lo largo de su vida.
Osteoporosis: factores
Diversas enfermedades y hábitos de vida como el tabaco, alcohol o la dieta, pueden condicionar un aumento de la pérdida de hueso, ocasionando una osteoporosis a edades más precoces.
- Los Factores relacionados con la Osteoporosis:
- Antecedente de fractura a partir de los 50 años.
- Edad avanzada (> 65 años).
- Menopausia precoz, espontánea o quirúrgica (< 45 años).
- Hipogonadismo en el varón.
- Baja ingesta de calcio.
- Tabaco y consumo de alcohol.
- Antecedente materno de fractura materna del fémur.
- Bajo peso (Índice de masa corporal < 20).
- Inactividad física prolongada.
- Fármacos que aumentan el riesgo de osteoporosis: corticoides, algunos fármacos utilizados en el cáncer de mama y cáncer de próstata, antiepilépticos, etc…
- Enfermedades que favorecen la osteopenia: Artritis reumatoide y otras artropatías inflamatorias, hipertiroidismo, trasplantes, síndrome de Cushing, enfermedades hepáticas y patología inflamatoria intestinal, hiperparatiroidismo, enfermedades inflamatorias crónicas y anorexia nerviosa, entre otras.