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Entrevista al Dr. Antonio Hernández, otorrino especializado en las enfermedades del oído

El Hospital Ochoa cuenta con la Unidad de Otorrinolaringología formada por los especialistas Antonio Hernández Rubiño, Carlos Gómez Velasco y José Muñoz Villanueva, especialistas en Otología (subespecialidad que estudia y trata las enfermedades del oído), Rinología (estudia y trata las enfermedades de la nariz y senos paranasales) y Otorrinolaringología Pediátrica (pudiendo ofrecer una atención más especializada para niños).

A su vez cuenta con el apoyo de Rafael Casanova Castillo cuya especialidad es la Audiología (estudio y tratamiento de los trastornos auditivos).

El uso de auriculares a elevado volumen aumenta el riesgo de pérdida de audición en los más jóvenes La piscina es el gran enemigo de la otitis, una de las patologías más recurrentes. Con el Dr. Hernández Rubiño hablamos hoy para que nos descubra las patologías del oído, en la que se centra el equipo, tanto en adultos como en menores.

¿Cuáles son las patologías a las que se enfrentan con más frecuencia en consulta?

Principalmente las otitis, que son procesos inflamatorios y/o infecciosos que afectan tanto al oído externo y al oído medio, ya sean agudas o crónicas en el tiempo. Dentro de las mismas cabe señalar a la otitis media, enfermedad que afecta sobre todo a los niños con edad comprendida entre 0 y 7 años. El tratamiento habitual de las otitis es el tratamiento médico (antibióticos, antiinflamatorios, etc.) y con un seguimiento adecuado se podría evitar las secuelas que estos episodios pueden provocar en las distintas estructuras del oído medio y evitar la cronificación del proceso, siendo la pérdida de audición una de ellas.

Al margen del tratamiento médico ofrecemos la opción quirúrgica cuando éste último sea insuficiente, ya sea desde la colocación de tubos de drenaje hasta la realización de timpanoplastias que consiste en la reconstrucción del tímpano y de otras estructuras del oído medio con el fin de curar la enfermedad y restaurar la audición perdida.

¿Qué tipo de pacientes atienden?

Atendemos a pacientes de todo rango de edad, desde recién nacidos, para el screening auditivo o detección precoz de hipoacusia, mediante el estudio de otoemisiones acústicas. Y de ahí en adelante… Es muy importante la detección precoz de la hipoacusia, ya que la audición es la vía fundamental para la adquisición del lenguaje. El diagnóstico tardío podría determinar consecuencias irreversibles.

En cuanto a las consultas infantiles solemos ver muchas otitis de repetición; en adultos, secuelas de otitis mal curadas y enfermedades derivadas de ellas, así como otras patologías funcionales como la otosclerosis, que puede tener solución mediante cirugía.

¿La otitis sería el desencadenante de gran parte de las cirugías de oído?

En efecto, cuando el tratamiento médico de las otitis ha fracasado, la cirugía es la siguiente opción. En la cirugía tratamos fundamentalmente la resolución de la inflamación e infección del oído medio.  Para ello utilizamos la timpanoplastia, que es la reconstrucción de la cadena de huesecillos y del tímpano, y así devolver la anatomía normal del oído medio para recuperar la audición. En caso de que no sea posible se recomendaría un tratamiento audioprotésico o audioprótesis implantables.

¿Cuáles son las novedades o avances en el campo de la otología en la actualidad?

Al margen de los implantes cocleares que intentan restaurar la audición debido a hipoacusias originadas en el oído interno, en el campo de las audioprótesis implantables cada día aparecen modelos nuevos que aportan soluciones tecnológicas a las pérdidas auditivas y novedosas técnicas quirúrgicas para su implantación. Siempre hay que estar en constante formación y estar siempre al día. Y en ello estamos.

¿Y qué hay de los tratamientos del deterioro por la edad?

Las audioprótesis son los tratamientos más seguros y en éstos los avances son impresionantes, ya no es solo un amplificador de sonido sino que estamos hablando de dispositivos digitales programables y adaptables a la audición del paciente.

¿Cuál sería la edad recomendable para realizarse pruebas diagnósticas, en caso de que no haya problemas audiológicos?

Tenemos que tener en cuenta, fundamentalmente, a la presbiacusia, término que hace referencia a la pérdida de audición en relación con la edad. La presbiacusia tiene una gran repercusión en las personas mayores, ya que disminuye su capacidad de comunicación y autonomía. Es la causa más común de hipoacusia debido al envejecimiento de la población.

Este proceso ‘fisiológico’ de pérdida de audición se está viendo acelerado por exposición excesiva a ruidos intensos.

Hay señales de alarma en las que hay que estar atentos para que no pasen desapercibidas; como cuando estamos en ambientes ruidosos y no entendemos o confundimos palabras; cuando empezamos a poner la televisión demasiado alta; escuchamos pitidos… son señales de alerta que nos puede llevar a sospechar una hipoacusia de fondo. Debemos pedir cita con nuestro otorrinolaringólogo.

Y en el caso de los más jóvenes, ¿cómo les está afectando el uso de auriculares?

Un gran de porcentaje de jóvenes se expone de forma continua a niveles de ruidos intenso, ya sea por el uso de auriculares o la asistencia a conciertos o locales de ocio. La pérdida auditiva asociada a la edad están afectando a la población de 40 años, cuando antes se registraba a partir de los 60 años.

Expertos recomiendan aplicar la regla 60-60 al usar reproductores de música, es decir, «no utilizarlos más de 60 minutos al día y no superar el 60% del volumen que permiten los mismos»

Y el verano ¿qué papel juega como enemigo del oído?

Las otitis externas por lo general ocurre en los niños que pasan mucho tiempo en el agua, ya sea en la piscina como en la playa. Si hay mucha humedad en el oído, la piel del oído se puede irritar permitiendo la entrada de bacterias u hongos. Por esta razón la otitis del nadador ocurre por lo general durante el verano, cuando las personas nadan. Como apreciación personal, detecto más otitis externas en usuarios de piscinas que en los que deciden bañarse en la playa, probablemente asociados a los tratamiento químicos de higienización de las mismas.

Y respecto a la higiene del oído y el uso de los bastoncillos de algodón, ¿es realmente tan perjudicial como se cree?

Los otorrinos estamos en contra del uso de los bastoncillos. En consulta vemos con cierta frecuencia pacientes que se han hecho daño en el tímpano o en la piel del conducto debido al uso indebido de los mismos. Perforaciones de tímpanos accidentalmente por usar bastoncillos podría ser lo más dramático. El uso del bastoncillo está diseñado para limpiar la parte externa del conducto, pero si lo utilizamos para limpiar el cerumen lo que hacemos es introducirlo más en el oído y crear tapones. Después tenemos los nuevos productos para limpiar el conducto auditivo, tipo spray, de los que también tenemos nuestras pequeñas diferencias.

¿Cuáles serían entonces las recomendaciones para una buena higiene sin provocar daños?

La cera se abre paso ella misma a través del canal del oído externo hacia fuera. Posteriormente, se desprende o sale del oído durante el baño. En la mayoría de los casos, no es necesario hacer nada en especial para quitar la cera de los oídos de los niños. Generalmente, el baño regular es suficiente para mantener la cera en un nivel saludable.

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