Pérdida de audición: señales tempranas que la mayoría ignora
La pérdida de audición es uno de los problemas de salud más comunes en adultos, pero también uno de los menos detectados a tiempo. La mayoría de las personas tarda años en reconocer que tiene un deterioro auditivo, lo que dificulta el tratamiento, acelera el daño y afecta la calidad de vida. Identificar las señales tempranas es clave para intervenir antes de que el problema avance.
Por qué la pérdida de audición pasa desapercibida
A diferencia de otros problemas de salud, la pérdida auditiva suele ser progresiva. No aparece de un día para otro; avanza lentamente, lo que permite al cerebro adaptarse sin que la persona se dé cuenta. Además, muchos interpretan los primeros síntomas como algo “normal por la edad”, estrés, cansancio o simple distracción.
No obstante, la evidencia muestra que cuanto antes se detecta un problema auditivo, mayores son las opciones de frenar su evolución y evitar complicaciones como aislamiento social, deterioro cognitivo y dificultades de comunicación.
Dificultad para entender conversaciones en lugares ruidosos
Una de las primeras señales que la mayoría ignora es la dificultad para seguir conversaciones en ambientes con ruido de fondo, como restaurantes, reuniones familiares o centros comerciales. La persona oye que alguien habla, pero no logra distinguir claramente las palabras.
Este síntoma suele ser el primer indicio de que las frecuencias agudas están empezando a deteriorarse. Al ser un signo temprano, muchos lo pasan por alto y lo justifican como “el ruido del sitio”, cuando en realidad puede ser un indicador importante de pérdida auditiva inicial.
Necesidad frecuente de pedir que repitan lo que se dijo
Cuando una persona comienza a perder audición, especialmente en conversaciones rápidas o con varias personas hablando, es común que pida que le repitan frases completas. Al inicio, esto ocurre de manera ocasional, pero con el tiempo se vuelve más frecuente.
Lo que suele suceder es que el cerebro intenta compensar la falta de claridad, pero llega un momento en que el esfuerzo cognitivo no es suficiente. Este comportamiento, aunque común, es uno de los síntomas más subestimados.
Subir demasiado el volumen de la televisión o el móvil
Incrementar el volumen del televisor, radio o teléfono más de lo habitual es otra señal clara que a menudo se atribuye al dispositivo y no a un problema auditivo. Si familiares o amigos comentan repetidamente que el volumen es demasiado alto, es recomendable realizar un control auditivo.
El cerebro se acostumbra a sonidos fuertes rápidamente, por lo que el aumento progresivo del volumen puede hacerse sin que la persona lo note.
Sensación de que “los demás no vocalizan”
Muchas personas con pérdida de audición temprana creen que quienes les rodean hablan bajo, rápido o “sin vocalizar bien”. Este es un signo muy típico de hipoacusia progresiva: en realidad, el problema no es la articulación de los demás, sino la disminución en la capacidad de discriminar sonidos finos.
Este síntoma aparece especialmente en palabras con consonantes suaves, como “f”, “s”, “h” o “ch”, que se encuentran entre las primeras frecuencias afectadas.
Cansancio o agotamiento después de conversaciones largas
El esfuerzo que el cerebro debe hacer para interpretar los sonidos cuando la audición comienza a fallar puede generar fatiga auditiva. Al final del día, la persona se siente agotada tras mantener reuniones, llamadas o conversaciones prolongadas.
Este cansancio no es psicológico, sino resultado del esfuerzo intensivo del sistema auditivo para compensar la pérdida. Aunque pocos lo asocian con un problema auditivo, es uno de los signos más tempranos y reveladores.
Dificultad para localizar de dónde viene un sonido
El oído humano utiliza diferencias mínimas en el tiempo y la intensidad del sonido para identificar su origen. Cuando una persona empieza a perder audición en un oído más que en el otro, esta capacidad disminuye. Esto puede manifestarse como dificultad para identificar de dónde proviene un timbre, una voz o un ruido.
Aunque esta señal suele pasar desapercibida, es un indicio relevante de pérdida auditiva unilateral o asimétrica.
Zumbidos o pitidos en los oídos
El tinnitus, o percepción de ruidos sin fuente externa, es un síntoma habitual en etapas tempranas de pérdida auditiva. Muchas personas lo experimentan como un zumbido leve o intermitente que surge en situaciones de silencio. Aunque no siempre indica hipoacusia, sí es un motivo para consultar a un especialista.
Cuándo acudir a un especialista
Si aparecen uno o varios de estos síntomas, es recomendable realizar una evaluación auditiva profesional. Una revisión temprana puede evitar que la pérdida avance y permite tomar decisiones adecuadas, desde cambios de hábitos hasta tratamientos específicos o dispositivos auditivos cuando son necesarios.
El diagnóstico oportuno es fundamental para preservar la audición y mejorar la calidad de vida a largo plazo.
Otorrinolaringólogos en Marbella