¿Por qué me pican más a mí los mosquitos?
Científicamente comprobado: estas son las características que hacen que algunas personas sean imanes para los mosquitos
Es una escena común: estás en una reunión al aire libre y, mientras algunos disfrutan tranquilamente, tú te conviertes en el blanco preferido de los mosquitos. No se trata de una simple coincidencia ni de una exageración. La ciencia ha demostrado que los mosquitos, particularmente las hembras que necesitan sangre para desarrollar sus huevos, tienen una clara preferencia por ciertas personas. A continuación, te explicamos cuáles son los factores que hacen que algunas personas resulten más atractivas para estos insectos y qué puedes hacer al respecto.
Tipo de sangre: el grupo O lidera la lista
Uno de los factores más estudiados es el tipo de sangre. Un estudio publicado en el Journal of Medical Entomology encontró que las personas con tipo de sangre O son las más propensas a recibir picaduras de mosquito, seguidas por aquellas con sangre tipo B. En cambio, las personas con tipo A parecen ser menos atractivas para estos insectos. Se cree que esto se debe a que muchas personas secretan sustancias químicas a través de la piel que indican su tipo sanguíneo, lo cual los mosquitos pueden detectar desde la distancia.
Emisión de dióxido de carbono: más CO₂, más picaduras
Los mosquitos tienen órganos especializados llamados palpos maxilares, que pueden detectar el dióxido de carbono (CO₂) exhalado por los humanos desde una distancia de hasta 50 metros. Por esta razón, las personas que exhalan más CO₂ —como los adultos, personas con sobrepeso, y mujeres embarazadas— tienen más posibilidades de ser atacadas. Incluso respirar con mayor intensidad después de hacer ejercicio puede aumentar esta atracción.
Temperatura corporal y sudor: una combinación irresistible
La temperatura del cuerpo y los compuestos presentes en el sudor también juegan un papel fundamental. Cuando hacemos ejercicio o cuando estamos en climas cálidos, nuestra piel libera más ácido láctico, amoníaco y ácido úrico, todos ellos altamente atractivos para los mosquitos. Algunas personas naturalmente producen más de estas sustancias, lo que las convierte en objetivos ideales.
Microbioma cutáneo: las bacterias también influyen
La piel humana está cubierta de millones de bacterias que forman parte de su microbioma natural. Estas bacterias metabolizan sustancias de la piel y producen olores característicos. Estudios han demostrado que las personas con mayor diversidad de bacterias cutáneas tienden a recibir menos picaduras, mientras que quienes tienen menos variedad bacteriana —pero en mayor cantidad— atraen más a los mosquitos, en especial en zonas como los tobillos y pies.
Color de la ropa: el negro y el rojo, los favoritos
Aunque pueda parecer trivial, el color de la ropa que usas tiene un impacto directo en cuántos mosquitos se te acercan. Investigadores de la Universidad de Washington han observado que los mosquitos se sienten más atraídos por colores como el negro, rojo y azul oscuro, mientras que tienden a evitar el blanco, verde y azul claro. Esto se debe a cómo los colores absorben o reflejan la luz, influyendo en la visibilidad del cuerpo para los insectos.
Embarazo: un perfil doblemente atractivo
Las mujeres embarazadas tienen mayor probabilidad de ser picadas por mosquitos, según diversos estudios, incluido uno de la London School of Hygiene and Tropical Medicine. Esto se debe a varios factores: exhalan más dióxido de carbono, su temperatura corporal es ligeramente superior y su piel puede emitir diferentes compuestos químicos. Todo esto las convierte en un blanco más visible para los mosquitos.
Genética: hay cosas que simplemente no puedes cambiar
Diversos estudios han encontrado que la genética individual influye hasta en un 85% en la probabilidad de ser picado por mosquitos. Esto significa que, aunque tomes precauciones, hay factores innatos —como tu olor corporal natural o tu tipo de piel— que pueden hacerte más o menos atractivo para estos insectos.
¿Se puede hacer algo al respecto?
Aunque algunos factores, como la genética o el tipo de sangre, están fuera de nuestro control, sí hay medidas que puedes tomar para reducir tu atractivo para los mosquitos:
- Usa ropa clara y de manga larga, especialmente al amanecer y al atardecer.
- Aplica repelentes que contengan DEET, picaridina o aceite de eucalipto limón.
- Evita perfumes o cremas con olores fuertes.
- Coloca mosquiteros y utiliza ventiladores, ya que el aire en movimiento dificulta el vuelo de los mosquitos.
Conocer qué te hace más atractivo para los mosquitos es el primer paso para protegerte de sus picaduras y de las enfermedades que pueden transmitir, como el dengue, zika o chikungunya. La próxima vez que salgas al aire libre, estarás mejor preparado… y con menos picaduras.