¿En qué casos debo tomar aspirina, ibuprofeno o paracetamol?
La aspirina (ácido acetilsalicílico), el ibuprofeno y el paracetamol se encuentran en el podio de los medicamentos más consumidos en cualquier hogar del mundo pero, ¿sabemos en qué casos hay que tomarlos?
Entre sus usos más comunes se encuentran los dolores de espalda, de muelas, de cabeza, menstruales y la fiebre. Cada uno de estos fármacos posee sus propias indicaciones y está diseñado para aliviar dolencias concretas.
Sus propiedades antipiréticas, analgésicas y antiinflamatorias los hacen indispensables en los botiquines porque, además, pueden adquirirse sin necesidad de receta médica.
En este artículo vamos a repasar las más importantes junto a sus contraindicaciones.
Uso de la aspirina, el ibuprofeno y paracetamol
Los tres medicamentos están incluidos dentro del grupo de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE)
Aspirina
Este analgésico cuyo nombre real es el ácido acetilsalicílico ha ido perdiendo presencia en los botiquines en favor del ibuprofeno. Sirve para tratar la fiebre, el dolor y las inflamaciones gracias a su efecto de inhibición, no selectivo, de la ciclooxigenasa.
Se suele recetar a pacientes con cardiopatías al ser un excelente antiagregante plaquetario que evita los coágulos de sangre.
No se aconseja que los menores de 18 años tomen este medicamento porque podría producir el síndrome de Reye que causa daños cerebrales súbitos y problemas de hígado. Este problema se ha detectado en niños que han tomado ácido acetilsalicílico mientras pasaban la gripe o la varicela.
Otros efectos secundarios son la dispepsia (indigestión), el agravamiento de los síntomas del asma y el riesgo de perforación del estómago.
Ibuprofeno
Este medicamento es similar a la aspirina y, por tanto, es nocivo a nivel gástrico y puede producir alteraciones de la mucosa en esa zona. Posee cualidades analgésicas, antipiréticas y antiinflamatorias.
Entre sus usos más corrientes se encuentran el alivio sintomático del dolor de cabeza, musculares, de muelas o de la menstruación, además de faringitis, artritis o molestias articulares.
En la actualidad se ha prohibido la venta de dosis de 600mg sin receta médica y se pueden adquirir en formato comprimidos, supositorios, sobres bebibles o granulados.
A la hora de consumir ibuprofeno hay que tener en cuenta que su uso prolongado o excesivo puede tener consecuencias graves para nuestro sistema cardiovascular, para el riñón y el hígado.
No deben tomarlo en ningún caso los pacientes que padezcan una úlcera estomacal o insuficiencia hepática o renal grave ni las personas a las que se les haya recetado antihipertensivos.
Paracetamol
Posee un efecto analgésico y antitérmico pero no antiinflamatorio. Se recomienda principalmente para reducir dolores óseos leves, menstruales, y los de índole muscular. Su presentación se realiza normalmente en dosis de 500 mg, 600 mg y 1 gramo (sólo con receta), y también pueden encontrarse en varios formatos: granulados, comprimidos, soluciones bebibles y supositorios.
Aunque el paracetamol no tiene efectos secundarios para el estómago sí puede causar daños en el hígado y los riñones en caso de uso excesivo.
Como normal general, si no existe inflamación su uso es preferible al del ibuprofeno ya que se le considera más inocuo. En caso de que sintamos dolor e inflamación del tejido deberemos optar por el ibuprofeno.
Gracias por la información…