¿Es más saludable el agua embotellada que la del grifo?
¿Es más saludable el agua embotellada que el agua del grifo? Es una pregunta que se hacen las personas desde hace muchos años y que trataremos de responder a través de este artículo. Aunque existen pros y contras de cada uno de los modos de consumir el agua, está claro que el precio es claramente el punto diferenciador entre ambos.
El consumo de agua embotellada se ha disparado sobre todo desde principios del siglo XXI, siendo Italia el país que más consume este tipo de agua más de 180 litros por persona al año. España se sitúa en el sexto puesto del mundo.
¿Cuánto cuesta el agua del grifo en comparación con la embotellada?
En España un litro de agua de botella ronda los 22 céntimos de euro, un precio mucho mayor si lo comparamos con lo que cuesta el mismo volumen del líquido elemento pero recién salida del grifo, que ronda los 0,002 euros. Es por tanto muy acertado asegurar que el agua corriente que llega a nuestros domicilios tiene un precio tan bajo que es casi gratuita.
Ahora bien, ¿esa diferencia de precio se traslada a una menor calidad con respecto al agua envasada que ofertan las marcas del sector alimentario?
¿Es el agua del grifo española de buena calidad?
En efecto, salvo en contadas regiones del mapa español, el agua de nuestro país es de excelente calidad y en la casi totalidad de las ciudades españolas no hay gran diferencia entre el agua que podemos beber directamente del grifo con respecto a la embotellada que venden en los supermercados y otros establecimientos las marcas del sector.
Entonces, ¿en qué se diferencia el agua del grifo de la embotellada? La respuesta es bien sencilla: la primera se trata para que sea apta para el consumo con cloro, y la segunda con un sistema de filtrado por osmosis inversa, un tipo de tratamiento físico-químico que emula a la propia naturaleza para eliminar impurezas.
¿Qué agua es más ecológica?
Si nos atenemos al ámbito de la ecología y el cuidado del planeta está muy claro que el agua del grifo sale claramente ganadora. El embotellado se lleva a cabo en envases de plástico que es un derivado del petróleo y que conllevan un gran coste para su reciclaje y es altamente contaminante para los ríos y los océanos.
Además, el agua que pasa mucho tiempo embotellada en este tipo de plástico puede absorber antimonio, un metal que está presente en estos plásticos, además de bisfenol A, otro compuesto perjudicial para la salud.
¿Es más saludable el agua embotellada que la del grifo?
Es cierto que el agua del grifo no contiene esas dos sustancias antes mencionadas y que están presentes en el plástico propio del embotellado, pero eso no significa que no contenga otros productos químicos como el cloro. El agua del grifo tiene como inconveniente que posee cierto sabor a cloro que es necesario para que sea apta para el consumo y, por otro lado, suele contener una mayor presencia de microorganismos como bacterias, algunas incluso con alta resistencia al cloro que están afectando a la salud de personas ancianas y niños, cuyo sistema inmunitario es menor.
Por otro lado, el agua que llega a nuestros hogares por la red de suministro no está exenta de otros compuestos químicos (en cantidades minúsculas), pero que podrían tener efectos sobre la salud de los que la consumen.
¿Qué dice la OCU sobre el agua del grifo o la embotellada?
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tiene una respuesta tajante ante esta cuestión y asegura que el agua del grifo es una opción económica, sostenible y de calidad y que debe fomentarse su consumo por encima del agua embotellada.
Si el principal obstáculo para consumir agua del grifo reside en su olor o sabor por culpa del cloro, existen soluciones asequibles como las jarras de filtrado que consiguen la eliminación casi total del cloro y otras partículas como los trihalometanos y demás compuestos que pueden colarse por infiltraciones en la red de suministro.
Es cierto que la propia OCU advierte que la mayoría de estas jarras no son completamente eficaces a la hora de eliminar otras moléculas como las de la cal, y por contra, que ciertos modelos son tan eficientes llevando a cabo este filtrado que invierten el pH del agua hasta convertirla en ácida.
