¿Cómo debe ser una Navidad saludable? Consejos y problemas asociados
¿Cómo debe ser una Navidad saludable? Aunque la Navidad sea una época especial y bonita para pasar tiempo en familia y con los amigos, la propia fiesta entraña ciertos riesgos para la salud que deben ser tenidos en cuenta para evitar que la festividad acabe en susto o percance.
Las secuelas que puede producir la Navidad
Celebrar la Navidad significa comer en exceso, consumir platos mucho más calóricos, realizar menos ejercicio físico, beber más alcohol y, en general, llevar a cabo ciertos hábitos nada beneficiosos para la salud del organismo.
En concreto, en apenas tres semanas las secuelas que puede sufrir nuestro cuerpo si no llevamos a cabo ciertas pautas son:
- Retención de líquidos en el organismo
- Aumento de peso y del nivel de grasa
- Aumento de la presión arterial
- Incremento de los niveles de azúcar, colesterol y ácido úrico
Si sumamos todos estos factores el resultado es claro: tenemos muchas más posibilidades de sufrir un accidente cardiovascular, estamos echando papeletas para desarrollar alguna patología como la diabetes y la hipertensión arterial.
Otros problemas de salud asociados a la celebración de la Navidad
En el hemisferio norte la Navidad coincide con el inicio de la época invernal por lo que durante las fiestas, además de ser precavidos con los platos calóricos, la falta de ejercicio físico, el consumo de alcohol y de dulces típicos, es necesario prestar atención a otra serie de problemas relacionados con las bajas temperaturas.
Gripes y catarros son propios del invierno, cuando la temperatura y la humedad crean el caldo de cultivo necesario para que los virus y bacterias puedan atacar nuestro sistema respiratorio con mayor efectividad. La Navidad agrava la situación porque es la época del año en la que más reuniones sociales se producen, y en la mayoría de ocasiones, en espacios cerrados con poca ventilación.
El estreñimiento es otro problema digestivo asociado a la mala alimentación que se lleva en días señalados de la época navideña. Se consume más proteína animal y menos cereales integrales y en general alimentos con poco contenido en fibra. Una complicación muy usual y asociada al estreñimiento son las hemorroides que aumentan su incidencia en Navidad por culpa del alto consumo de especias picantes, grasas animales y bebidas alcohólicas. Para contrarrestarlas es necesario beber mucha agua, comer frutas y verduras y realizar ejercicio físico diario.
Otro problema asociado al tubo digestivo y a la Navidad es la gastroenteritis o gripe estomacal, patología contagiosa que produce un malestar transitorio en el intestino que se ve incapaz de regular la absorción y posterior secreción de sales minerales y el agua. Es muy común que produzca síntomas como dolor abdominal, malestar, fiebre, diarrea o vómitos.
¿Cómo debe ser una Navidad saludable?
Una vez que hemos visto todos los posibles problemas de salud asociados a la Navidad vamos a establecer una serie de pautas, tanto alimenticias como de ejercicio diario, para que esta época de festividad y acercamiento a los seres queridos no se nos vaya al traste y vivamos una Navidad saludable.
En primer lugar, se aconseja que las raciones no sean copiosas y que se respeten las cinco comidas diarias. Es muy interesante añadir frutas y verduras a cada una de ellas para que el sistema digestivo no se resienta y pueda seguir funcionando con regularidad.
La segunda pauta tiene que ver con la hidratación, aunque el consumo de alcohol recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) es cero, es comprensible que en esta época se ingiera alguna que otra bebida para brindar por los seres queridos, pero es de vital importancia no olvidar la ingesta de agua (dos litros diarios).
Otro aspecto a tener en cuenta si queremos pasar una buena Navidad es la reducción del consumo de grasas saturadas que suelen estar presentes en carnes, embutidos y dulces. Siempre es más recomendable sustituirlas por los ácidos grasos presentes en frutos secos, aceite de oliva virgen extra o pescado azul.
Disfrutar la Navidad no significa necesariamente tener que abandonar nuestras rutinas deportivas. A lo mejor no disponemos de tanto tiempo para ir al gimnasio, pero no olvides llevar tus deportivas en la maleta porque cualquier momento es perfecto para salir a dar una carrera que nos haga olvidarnos de las preocupaciones, quemar calorías y tonificar el sistema musculo-esquelético.
